Qué difícil es resumir toda la experiencia de una carrera cómo ésta. Fueron casi 17 horas de intensas emociones.
Comenzar por explicar lo importante que es tener un buen equipo de soporte para enfrentar éste tipo de desafío. Ya en el 2016 cuando fui a Norseman junto a Fernando Heredia, me di cuenta que llegar a la meta es un trabajo en “equipo”. El “Support Team” idealmente debe consistir en 2 personas. Un chofer y un atleta que se encargue de la nutrición, hidratación y toda la logística técnica. Por supuesto, también debe correr y apoyar psicológicamente durante los momentos duros de la carrera. De ésos momentos, hay muchos… Los elegidos en ésta aventura fueron : Romano Moreno y mi Padre, Carlos Sauma.
Escocia por definición es un lugar donde el clima cambia a cada minuto. Lluvia, viento y frío son parte de la experiencia de Celtman. Si buscas una carrera con sol y circuito plano, mejor elige Ironman Florida.
La carrera se realiza en Shieldaig, un pequeño pueblo en el Norte de Escocia. Su población no supera las 85 personas, por lo que fue fundamental comprar alimentos y productos básicos antes de llegar al pueblo. El alojamiento lo conseguí con mucha anticipación y francamente fue espectacular. Nuestra cabaña ubicada en un pequeño bosque con vista directa a un lago.

Los días previos a la carrera hicimos algunos entrenamientos para ir familiarizándonos con el circuito, el clima y la altimetría del lugar.
El día Jueves hicimos el registro de atleta donde además se realiza un chequeo del equipo técnico que el competidor y el soporte deben llevar para la etapa de la montaña.
Los pronósticos del tiempo indicaban que la carrera sería con lluvia y frío
El día Viernes por la mañana después del entrenamiento, decidimos realizar reconocimiento completo de la ruta de ciclismo. Es un giro de 200K que pasa por diversos pueblos pequeños. Una parte es por la costa. Los paisajes son francamente hermosos. En varios puntos, la ruta tiene descensos con giros técnicos. Hacer el reconocimiento del circuito fue fundamental.
La charla técnica se desarrolla en el centro comunitario de Torridon. Se da énfasis en los tiempos de corte de cada etapa y se explica que si las condiciones meteorológicas no son buenas, el acceso a la montaña no será permitido. En ése caso se realiza una ruta alternativa que va por debajo de la montaña.
Ya de vuelta en la cabaña ordenamos el equipo en bolsas para identificar cada etapa. Además armamos una extra con ropa más abrigada en caso que sea necesario.
Esa noche duermo muy poco. A las 2 am desayuno y un poco antes de la 3 salimos rumbo a Shieldaig donde se encuentra el Parque Cerrado. Cada atleta debe llevar además de un chip un GPS que informará su posición en cada momento.
A las 4:15am subimos a un bus que nos traslada a una playa a 4K de distancia. En ese lugar hay una banda tocando música Celta. Hay varias fogatas y el Logo de Celtman encendido con fuego. El ambiente está tenso por el nerviosismo que se percibe en la cara de cada competidor. Todos al agua ubicándonos detrás de una línea de Kayaks. El agua está muy fría. La largada se hace a las 5am en punto. No logro enganchar con un primer grupo de 5 y termino liderando un segundo grupo. La navegación es complicada porque no hay boyas. Trato de no perder de vista de los Kayaks. No me siento cómodo nadando. Voy más preocupado de no perder la orientación que de nadar fuerte. Las infames meduzas aparecen y es inevitable el contacto con ellas. Siento como me queman la cara y el cuello. Finalmente diviso el punto de salida y puedo bajar la cabeza.
Ya me encuentro corriendo en el Parque Cerrado y Romano me espera con todo listo. El cambio de ropa es lento pero necesario. Más vale perder un par de minutos abrigándose que tener que pasar frío o tener que retirarse por hipotermia en el ciclismo. La decisión fue correcta porque ya en el kilómetro 30 comienza una lluvia que nos acompañará todo el día.
Mi plan en el ciclismo es seguir un rango de potencia cercano al 75-80% y comer lo más posible. La nutrición consiste en geles, barras energéticas y gomitas con electrolitos. Me siento bien en general, aunque una molestia en el isquiotibial izquierdo no me deja tranquilo durante todo el ciclismo. Los abastecimientos funcionan bien. Mi papá manejando y Romano encargado de pasarme la comida y los líquidos. Los últimos 30K ya me siento incómodo. La molestia en el isquiotibial es mayor con la fatiga muscular. Ya no queda nada y me mentalizo para aguantar.
Al igual que en la T1, el cambio de ropa en la T2 es lento pero necesario. No siento los dedos de mis manos por el frío, lo que hace más lento el proceso.
La maratón se divide en 3 etapas. Primero son 17K en un circuito de trail que incluye el ascenso a un cerro con dificultad técnica media. Luego la etapa de montañismo con 17K en un circuito duro y de dificultad técnica alta. Finalmente 8K en un camino pavimentado que te lleva hasta la meta el pueblo de Torridon.

La primera parte la hago sólo y transcurre sin mayores complicaciones. Sigo un ritmo cómodo y guardando energías para lo que viene después. Es importante llegar antes de las 11 horas para poder subir a la montaña. En el acceso hay un control y Romano me espera con todo listo. Nos dan el OK y comenzamos la etapa más dura de la carrera.
En esos momento empieza a llover y correr viento. Rápidamente cambio de tenida por algo seco y con más abrigo. La primera subida es muy dura ya que la inclinación es tremenda. A ratos utilizando manos y piernas para escalar un murallón de piedras y barro.
El recorrido en la cima de la montaña incluye pasar por varios picos. Las vista es impresionante y al mismo tiempo intimidante, ya que el camino es sumamente estrecho y peligroso.
En cada punto de control hay voluntarios y rescatistas esperando a los atletas. Todos nos esperan con una sonrisa y gritos de ánimo. La mayoría tiene dulces y golosinas para recibirnos. Es realmente conmovedor y emotivo.
Ya comienza el descenso y el clima no da tregua. Ya van 15 horas de carrera y el cansancio dificulta la coordinación en un sendero tremendamente técnico y peligroso.
Me pongo mal genio porque el sendero no termina nunca. Romano saca sus mejores trucos para desviar mi mente de pensamientos negativos. Realmente ha sido vital para manejar las marejada de emociones que pasan por mi cabeza.
Finalmente llegamos a la carretera que nos llevará a la meta en el pueblo de Torridon. Quedan 8 kilómetros de trote en pavimento. No me quedan piernas y el tobillo me duele mucho. Para mayor desgracia, el clima hace su mejor esfuerzo para evitar que lleguemos a la meta, enviando una tormenta de lluvia y viento.
Poco a poco los minutos pasan y cada kilómetro se va completando. En mi cabeza pasan los momentos duros y lindos de un día lleno de emociones. Ya sé que lograré cruzar la meta y todos los meses de entrenamiento, dieta y sacrificios no fueron en vano.
Ya casi llegamos. Romano se adelanta para filmar mi llegada y capturar el gran momento del día.
Los últimos metros son muy emocionantes. La gente grita y aplaude. Veo a mi padre a un costado y me lleno de alegría. Levanto la bandera chilena y cruzo la meta desbordado de felicidad.
El día Domingo es la ceremonia de premiación y entrega de camisetas de Finisher. En éste tipo de triatlones no existen las medallas. Los trofeos son las camisetas de Finisher. Mi camiseta es de color azul ya que conseguí llegar a la meta a través de la ruta montañosa. Sólo 41 atletas de 250 lo consiguieron y de verdad nos sentimos muy orgullosos de éste gran logro. Si bien fui yo quien cruzó la meta, se necesitó un equipo de 3 para llegar.
Quisiera agradecer a MerrellChile por apoyarnos en éste lindo desafío. Me siento muy orgulloso de pertenecer a éste equipo de deportistas y espero seguir representándolos en los desafíos que se vienen.
Gracias a Youtopia Sports Club, a su Staff de entrenadores y su nutricionista Miguel Silva que fueron testigos de los sacrificios diarios que tuve que sacar adelante durante todo el ciclo de ésta carrera.
Finalmente, a mi entrenador Armando Galarraga, quién me ha enseñado a manejar las ansiedades e inseguridades y crecer como deportista.
Leave a Reply